Agradecimientos especiales: Francisco Ibañez
Hoy les presentamos un interesante material fotográfico extraído de una de las ciudades muy representativas del Departamento de Ahuachapán, como lo es Atiquizaya, un pueblo mágico, lleno de fe y de mucha tradición al paso de los años
Vamos a la historia, Esta antiquísima población, fundada y habitada desde tiempos inmemorables por indios pokomames del grupo Maya Kiché. Sin embargo, conquistados sus pobladores por guerreros yanquis o pipiles hacia fines del siglo XV, éstos le dieron el nombre original que era » Valle de los Niños Inocentes» y le dieron el de origen náhuat que aún conserva; ATIQUIZAYA, el cual está constituido de las siguientes raíces:At = AguaQuizayan = Origen»Lugar donde sale agua-» conocido también como «Lugar de Manantiales» La formación de Atiquizaya, se verificó por los años de 1392 y suprimer asentamiento, se dio allá por 1546, cuando Dn. Bartolomé de Molina, quien trajo de Honduras un buen número de colonos Sambos llamados «panunes»; Dn. Bartolomé de Molina, solicitó un terreno que estaba baldío entre Ahuachapán y Chalchuapa, para formar su estancia, lo que se le concedió; así se fueron avecinando. Posteriormente la viuda de Molina, que se llamaba María Beltrán, los obligó a pagar cierto impuesto por el arrendamiento.Por 1556 se les pidió nombrasen alcaldes para que los rigieran y que además pusieran a una persona que les enseñara la doctrina cristiana y los instruyera, desde entonces se les «Agració» con sus tierras hasta lindar con Juayúa. Habiéndose extinguido los indios poseedores; siendo el café el principal factor para la extinción indígena.En 1655 los ladinos que estaban poblados, se presentaron a la audiencia de Guatemala ante el Capitán Gral. y Presidente Dn. Martín Carlos de Meneos, dicha visita fue para gestionar que el Valle fuera elevado a Pueblo, lo que se les concedió el lo. de enero de 1662.A Pesar de muchos terremotos que han afectado al país,en Atiquizaya aún se conservan muchas edificaciones con estructuras coloniales, eso lo podemos apreciar, al internarnos de lleno en las viviendas de su población. Su feligresía ama la tradición que los vio nacer, niños y grandes recorren sus calles y avenidas, recordando cada Semana Santa el paso de Jesús con la cruz acuestas; la tradición NO muere sino que se reaviva y un nuevo ciclo a llegado para su parroquia Principal, donde a la luz de un nuevo movimiento liderado por jóvenes y con la asesoría del nuevo guia espiritual, los procesos religioso – tradicional, cobran un nuevo «brillo» al impulsar grandemente la elaboración de Cortejos Procesionales y cuya organización cobra aún más vida que antes.Atiquizaya un bello lugar donde la tradición y el apostolado de la religiosas popular, continúa mas VIVO que ANTES.
Visítalos.!
Distinguida discípula de Jesús de Nazaret. Es considerada santa por la Iglesia Católica y celebran su festividad el 22 de julio. Su nombre hace referencia a su lugar de procedencia: Magdala, localidad situada en la costa occidental de lago de Tiberíades.
“Solemne Cortejo Procesional del Divino Salvador del Mundo, al paso de los años”
Por: Ever Castillo
Son tantas las emociones y las anécdotas vividas, cada mes de agosto que se acercan las fiestas Titulares de Nuestra República, en honor al Excelso Patrono y Alcalde Perpetuo de La Ciudad de San Salvador, El Divino Salvador del Mundo.
Que esa alegría y fervor resuena en los corazones de tantos feligreses que salimos al encuentro de su amor cada 5 de agosto en sus Solemnes Vísperas y Solemne Cortejo Procesional, de la Transfiguración, (La Bajada)
El Calendario litúrgico nos hace referencia al texto bíblico tomado según San Mateo donde se nos narra que El Señor Jesús se transfiguró delante de sus discípulos, Pedro, Santiago y Juan. «Resplandeció su rostro como el sol y sus vestidos se hicieron más blancos que la nieve” El Evangelio nos cuenta además que en ese momento se le aparecieron Moisés y Elías conversando con El.
De este bello texto que la liturgia nos presenta hacemos alusión a lo que cada 5 de agosto, las calles de San Salvador son testigos del paso de Jesús con su pueblo al encuentro con el Transfigurado.
Durante el inicio de las fiestas agostinas, los salvadoreños somos testigos de innumerables actividades que se realizan en torno a la fiesta del Patrono.
Desde hace muchísimos años, esta celebración tiene su origen y nos remontamos al año de 1777 donde se registra y se tiene el primer dato histórico del Cortejo Procesional del Divino Salvador del Mundo, que anteriormente salía desde la antigua Iglesia El Calvario de San Salvador, y según se nos cuenta, se le denominaba “La Bajada” por que la Iglesia se encontraba a mayor altura de la ciudad capital, por eso el carro alegórico forzosamente hacia el descenso desde El Calvario hasta La Plaza de Armas (Hoy Parque libertad) donde realizaba su tradicional descendimiento y la imagen era revestido con túnica color blanco, en representación a lo narrado en el pasaje bíblico de San Mateo.
Pero, vámonos un poco atrás en la historia, La imagen del Divino Salvador del mundo, coloquialmente llamada «El Colocho», fue esculpida por el terciario de la orden de San Francisco, el maestro Silvestre García, el año 1777; a quien además se adjudica el inicio del carácter cívico y religioso de la celebración, pues él mismo se ocupó de organizar una fiesta anual al santo patrón, con novenario y jubileo. En ese mismo siglo XVIII se habían instalado las «ferias» en las provincias centroamericanas, durante las fiestas patronales, por lo que San Salvador, por ser capital de la provincia salvadoreña, se convirtió en una plaza atractiva. Otra versión asevera que el rey español ya había obsequiado a finales del siglo XVI una imagen del Salvador del Mundo para el recorrido de la procesión.
Tras el fallecimiento de García en 1807, dos años después era nombrada la primera Capitana: Doña Dominga Mayorga, quien organizó una «pequeña entrada». Ya para 1810 fue fabricada en el atrio de la Iglesia Parroquial (actualmente la Iglesia El Rosario) un «gran volcán», en cuya cima se colocó la imagen. En 1811, se construyó un «modesto carro de madera y papel de colores, sobre el que colocaron al santo patrón para llevarlo en procesión por las principales calles, hasta la Plaza de Armas, en donde tuvo lugar por primera vez el tradicional descubrimiento». Para 1963, Monseñor Luis Chávez y González, decidió, «para darle mayor recorrido a la procesión», que la salida fuese desde la basílica del Sagrado Corazón, ubicada en la Calle Arce, hasta la catedral metropolitana. Sin embargo, de acuerdo a un testimonio:
Los calvareños, al ver trasformada su tradición, no dudaron en hacer el reclamo al señor arzobispo, quien, como en un gesto de desagravio, promete solemnemente que todos los 5 de agosto, por la mañana, el Divino Salvador del Mundo visitará la iglesia de El Calvario, promesa que todavía se cumple….La imagen es llevada a las ocho de la mañana a la iglesia El Calvario, donde es esperada y recibida solemnemente para después ser llevada en procesión hacia la basílica del Sagrado Corazón, donde, en la tarde, a las 4:00 p. m. en punto empezará su triunfal regreso a la catedral metropolitana y a su llegada hará su transfiguración.
La Transfiguración de Jesús nos debe de motivar a realizar el cambio de vida que El Señor espera de nosotros, que limpie nuestro ser, y purifique nuestra manera de ver la vida, en esperanza y confianza total, en su infinita misericordia.