Reportero: Dr. Oscar Montesínos
Recopilación e historia: Dr. Amadeo Cabrera Guillen
Compartimos la alegria con toda la feligresía católica jocoreña, en el marco de sus Fiestas en Honor a La Santísima Virgen de Candelaria en el municipio de Jocoro en el departamento de Morazán.
Te presentamos un poco de historia, sobre los orígenes de la imagen y las fiestas en esa bella ciudad.
DATOS HISTORICOS CON MOTIVO DE A CELEBRACION DE LA CANDELARIA EN EL MARCO DEL BICENTENARIO DE LA PARROQUIA DE JOCORO, MORAZAN.
Según registros históricos parroquiales fue hasta 1813, que el pueblo de Jocoro perteneció en lo eclesiástico al curato del Dulce Nombre de Jesús de Ereguayquín, del actual departamento de Usulután; es probable que el crecimiento poblacional y la considerable distancia que los separaba, contribuyó a ser elevado a parroquia independiente. No se tiene fecha exacta de cuando se dio este acontecimiento, sin embargo en el archivo de la casa conventual se conserva el primer libro de bautismos que fue llevado ese año por el Pbro. Ignacio José de Castro; según registros ésta nueva parroquia incluyó los pueblos de San Francisco de Yucuaiquin, San Pedro de Uluazapa; Comacarán, Hormiguero, el valle del Guarumo, San José de la Fuente y el territorio que hoy es el municipio de Divisadero; se estableció desde entonces como fiestas patronales el dos de febrero, dedicado a Nuestra Señora la Virgen de Candelaria. La devoción a esta advocación mariana se remonta a la época colonial, según tradiciones orales la antigua imagen de la Candelaria, quedó en manos de la Iglesia de Jucuarán, sitio que desde el periodo colonial era visitado durante las romerías realizadas en esta festividad, ambos pueblos estaban bajo la misma parroquia de Ereguayquín. Al parecer, aunque no se tiene registro histórico, el traslado de la imagen fue por amistad entre ambas parroquias.
De la construcción del templo, no se han encontrado registros de la fecha de edificación; sin embargo según investigaciones de historiadores, su construcción se puede ubicar a inicios del siglo XVIII, coincidiendo con el traslado del pueblo a su asentamiento actual; dado que con la construcción de la antigua “calle real” la importancia que cobro la aldea en las rutas comerciales hacia el oriente del territorio, llevó a establecer un pueblo con todas las estructuras acordes a ello, según establecían las leyes de la corona española, se trazaron los planos con una plaza central, la iglesia, un edificio designado para el cabildo o ayuntamiento (actual alcaldía), y algunas casas y solares alrededor de la plaza.
Ya a fines del siglo XVIII el pueblo se había establecido, esto se evidencia por un texto que escribe Monseñor Pedro Cortez y Larraz, Arzobispo de Guatemala de aquella época, quien recorrió toda su diócesis escribiendo su libro: Descripción geográfico-moral de la diócesis de Goathemala, él menciona al pueblo con el nombre de San Felipe de Xocoro, que pertenece al curato de Ereguayquín y que su población era de 39 indios repartidos en 10 familias y 24 ladinos distribuidos en 3 familias.
Los registros históricos nos confirman que la parroquia de Jocoro, con todos sus poblados vecinos, providencialmente han contado con la asistencia espiritual de sacerdotes, desde hace casi doscientos años, esto permitió en la población una evangelización más directa, formación y guía espiritual; lo cual se traduce en el espíritu de religiosidad de su gente y en el arraigo de una gran cantidad de tradiciones y devociones, que dan ese toque colorido a la religiosidad popular, propia de este municipio y sus municipios vecinos.
LAS FIESTAS A NUESTRA SEÑORA DE CANDELARIA.
2 de febrero: fiestas patronales en honor a la Virgen de Candelaria. Desde 1813 las fiestas patronales se establecieron en honor a la Virgen de Candelaria, tradicionalmente esta festividad tenía una connotación netamente religiosa, no existían fiestas, ni carnavales, mal dichos, en su honor. Según las crónicas de nuestros mayores a inicios del siglo XX la festividad comenzaba el día 1 de febrero por la mañana con una procesión con la imagen de la Candelaria, que iniciaba su recorrido en el barrio San Sebastián, seguida de una cabalgata, que custodiaban los toros, y ganado que era “propiedad de la Virgen”, y que le acompañaban en su recorrido por las calles; por la tarde se sacaba la procesión conocida como la “Entrada” en la que se llevaba la imagen de nuevo al templo, con música de banda y cohetes. El día 2 de febrero la Misa concelebrada por varios ministros con mucha solemnidad, posteriormente la procesión que se sacaba en una carroza bellamente ornamentada, por las principales calles de la ciudad. Durante las fiestas patronales, las autoridades civiles también organizaban diversiones populares como las corridas de toros, que en algunas ocasiones los toreros escoltaban la procesión de la Virgen ataviados con sus trajes de luces; baile de la “giganta”, tradición cultural jocoreña, quema de pólvora, baile y coronación de la reina de las fiestas.
La imagen actual de la Virgen de Candelaria fue traída de España por iniciativa de Mons. Fausto Ventura Lazo (QDDG), quien quiso regalar a su pueblo las imágenes de sus santos patronos, la Virgen de Candelaria y San Felipe apóstol. Según relatos de la Profa. Rosa Flores de Espinoza, las imágenes llegaron al puerto de La Unión en enero de 1957, fueron trasladados por la carretera hacia Santa Rosa de Lima y desde ahí, al llegar a Jocoro, fueron guardados en la casa de don Atilio Romero, (tío de Mons. Oscar Arnulfo Romero), en el barrio San Sebastián, hasta que llegara la fiesta de la Candelaria. El párroco de la ciudad de ese entonces era el padre Pablo Castillo, hoy Monseñor Pablo Castillo (sacerdote de la Parroquia del Calvario en San Miguel), quien pidió a don Joaquín Yescas (QDDG), alcalde de Jocoro en ese tiempo, que preparara una ceremonia especial; decoró una carroza llena de flores, confeccionadas por sus hermanas Fide y Otilia Yescas; contrató cuatro toreros mejicanos, quienes vinieron con sus trajes de luces típicos; ellos cargaron la carroza lujosamente ataviados, y llevaron la imagen hacia la iglesia en medio de una procesión muy concurrida, con música de banda y cohetes, fue una celebración muy bella, nos relata.
Desde entonces, Jocoro ha contado con la celestial protección de tan augusta Madre, en 2013 se conmemora pues, el bicentenario de la Parroquia San Felipe Apóstol del municipio de Jocoro y –por ende- 200 años bajo la protección de la Virgen Santísima bajo el nombre de Candelaria, la portadora de la Luz Eterna.
Las celebraciones de este año se realizaron de la siguiente manera: A partir del 24 de enero se reza la Novena a la Santísima Madre y para el día 1 de febrero, en las vísperas de la patrona, se engalana un anda para que procesione, se realizó la solemne eucaristía de Vísperas a las 5:30 pm seguido de la tradicional bendición de velas que la gente porta durante la procesión, posteriormente la Virgen procesionó cargada en hombros por la principales calles de la ciudad y al llegar la imagen nuevamente a su Templo, fue recibida con cohetes, repicar de campanas, fue colocada en el atrio para dar inicio al festival de música mariana que desde hace unos años se viene realizando cada 1 de febrero como ofrenda de amor a nuestra Madre, acompañado de pólvora y quema de castillo. El día 2 de febrero se realizó a las 10 am la Misa concelebrada presidida por el párroco local, Oscar Alberto Romero y otros sacerdotes de la diócesis.
El anda de 2013 tenía como figura principal la imagen santa de la patrona cubierta con un palio y le custodiaban dos ángeles uno delante de Ella portando un medallón con el Saludo de Gabriel… Ave María y el otro, ubicado por detrás de la imagen, portaba un estandarte en el que se leía la leyenda “200 años bajo tu manto”, llamaba la atención una maqueta a escala de la fachada de Jocoro que se ubicaba en la parte delantera del anda realizada por una joven jocoreña… La mirada maternal de María prácticamente se posaba en la pequeña iglesia, como ha sido durante 200 años, protegiendo y bendiciendo al pueblo jocoreño.